Hay placeres que no necesitan presentación. El sabor del ibérico, cuando está bien hecho, habla por sí solo. En Enrique García llevamos más de un siglo perfeccionando ese arte: el de transformar la tradición en experiencias que se disfrutan con los cinco sentidos. Y hoy, esa excelencia que nació en nuestras bodegas llega a tu mesa en un formato más práctico y versátil: los loncheados ibéricos.
Este formato nace para responder a una nueva forma de disfrutar el ibérico. Vivimos más deprisa, pero seguimos buscando autenticidad. Queremos productos de calidad, pero sin renunciar a la comodidad. Los loncheados Enrique García representan justo eso: una manera de saborear el ibérico en cualquier momento, con la garantía de que cada loncha mantiene la esencia de un producto elaborado con paciencia, maestría y respeto por la tradición.
Corte maestro, sabor inconfundible
Nada se deja al azar. Detrás de cada loncheado hay un trabajo artesanal y un equipo de maestros jamoneros que entienden el valor del detalle. El corte se realiza a cuchillo, con la precisión que solo da la experiencia, respetando la veta y el equilibrio natural de cada pieza. El resultado son lonchas finas, suaves y llenas de matices, que se funden en boca y despiertan ese sabor profundo que caracteriza a nuestros ibéricos.
Cada sobre de loncheado es, en realidad, una pequeña muestra del oficio y la dedicación que hay detrás de todo el proceso. Desde la selección de la pieza hasta el envasado, cuidamos cada paso con el mismo rigor que aplicamos en nuestros jamones y lomos enteros. Porque creemos que el formato puede cambiar, pero la esencia no.

Conservar la frescura, preservar la emoción
La clave para mantener intacta la calidad de nuestros productos está en el método de conservación. Los loncheados Enrique García se presentan en blísters de cartón y se envasan al vacío, un proceso que protege el producto de la oxidación y preserva todo su aroma, color y jugosidad. La fecha de consumo preferente es de 240 días lo que garantiza una duración de los productos amplia.
De este modo, cada sobre mantiene la experiencia sensorial del corte recién hecho: el brillo característico, la textura tersa y ese bouquet inconfundible que despierta todos los sentidos. Además, el formato permite conservar las propiedades del ibérico durante más tiempo, sin necesidad de aditivos ni conservantes artificiales. Autenticidad en estado puro, lista para abrir y disfrutar.
Formatos pensados para cada momento
Sabemos que cada ocasión es diferente. Por eso nuestros loncheados están disponibles en presentaciones de 3 o 10 sobres de 100 gramos, adaptándose tanto a quienes disfrutan del ibérico en su día a día como a quienes buscan un formato más generoso para compartir o regalar.
Los sobres individuales facilitan el consumo y permiten mantener siempre el producto en su punto óptimo de frescura. Son ideales para tener en casa, para llevar a una escapada o incluso para un picoteo improvisado con amigos. La comodidad no está reñida con la calidad; al contrario, en Enrique García hemos conseguido que vayan de la mano.
Dos formas de disfrutarlo: a máquina o cortado a cuchillo.
En Enrique García cuidamos cada detalle del proceso para garantizar la mejor experiencia de degustación. Por eso, ofrecemos nuestras piezas en dos formatos de loncheado:
• Loncheado a máquina, con un corte fino, uniforme y práctico para el consumo diario.
• Cortado a cuchillo, realizado por nuestros maestros jamoneros, que preservan la textura y el sabor original de cada loncha, como recién salida de la bodega.
Ambas opciones mantienen intacta la calidad y el aroma de nuestros productos ibéricos, adaptándose a las preferencias y ocasiones de consumo de cada cliente.
Una experiencia con sello Enrique García
Hablar de un loncheado Enrique García es hablar de una historia familiar, de un legado transmitido durante generaciones y de una manera única de entender el ibérico. Cada sobre cuenta una historia de esfuerzo, de oficio y de respeto por el producto.
Nuestro propósito sigue siendo el mismo que nos ha guiado desde 1920: llevar a cada mesa un pedazo de nuestra tierra y de nuestra forma de hacer las cosas. Con los loncheados, esa experiencia se vuelve más cercana, más accesible y más cotidiana, pero sin perder un ápice de autenticidad.
Porque en Enrique García creemos que disfrutar del ibérico es mucho más que un acto gastronómico: es un momento para compartir, para celebrar y para sentir. Y como decimos siempre, nos encanta seguir creando momentos inolvidables junto a vosotros.